Único. Hecho a mano. Eterno.
Sobre el atelier
Renome Arte es un atelier de escultura fundado por Sanja (1989) y Aleksandar Brzaković (1988) de Belgrado. Su pasión compartida por la creación artística se expresó a través del trabajo con arcilla, al que se dedican desde 2018. Al equipar su propio atelier, oficializaron su actividad artística y se entregaron por completo a la escultura. Durante los últimos siete años se han especializado en la creación de esculturas figurativas en cerámica.
Los temas del carácter humano y las expresiones faciales representan para Sanja y Aleksandar una fuente inagotable de inspiración. Su práctica artística es reconocida por la serie “Héroes de la era moderna”, que explora la fuerza, la moral y el coraje del ser humano contemporáneo — aquellas cualidades que, según ellos, preservan la humanidad del mundo.
Las expresivas, a veces severas o casi intimidantes fisonomías de sus esculturas derivan del deseo de mostrar la complejidad del temperamento humano y la fuerza interior. El rostro, como motivo central, refleja una emoción y un instante — una expresión “capturada” que revela lo que las palabras no pueden. En el contraste entre la fuerza de los personajes masculinos y la individualidad de las identidades femeninas se encuentra la esencia de su mensaje artístico.
Identidad
En este atelier la forma y la emoción se encuentran en una expresión intuitiva y contemporánea.
Fundado por Sanja y Aleksandar Brzaković, el atelier es un espacio para la exploración conjunta de la materia, los límites de la expresión y la fuerza del contraste. Su proceso creativo se basa en la unión entre el experimento y la sensibilidad, donde la arcilla se convierte en un medio de introspección y diálogo entre el artista y el observador. Cada escultura se forma como parte de un lenguaje artístico compartido — sincero, sensible y contemporáneo.
De la idea a la forma
El proceso de creación de cada escultura comienza con una idea — a menudo intuitiva, surgida de una emoción o impulso interior. Esa idea inicial se desarrolla a través de bocetos y reflexiones sobre la forma y las proporciones, hasta obtener su expresión tridimensional en arcilla. Cada fase del trabajo constituye un diálogo entre el artista y el material, en el que la forma se va liberando poco a poco y adquiriendo su carácter único. La escultura cerámica puede describirse como el arte de dar forma tridimensional a un material terrestre bruto que luego, mediante tratamiento térmico, alcanza su forma final.
Nuestra inspiración
La inspiración es algo relativo… lo que permanece es el autoconocimiento, la autoobservación, el trabajo con el propio espíritu… en esas ondas sutiles se pueden descubrir muchas cosas… y ahí surge la magia… En nuestro propio universo convertimos la arcilla en la estrella principal y decidimos verter en ella todos nuestros pensamientos. La escultura implica una cualidad táctil que no es solo técnica, sino también emocional e introspectiva — la experiencia táctil del modelado se convierte en un viaje a través del tacto.
La unión con la naturaleza, el trabajo con un material natural bruto y la creación en un ambiente auténtico forman la esencia de nuestra expresión escultórica. Como nos gusta decir, nuestra técnica abarca cuatro elementos terrenales: Tierra, Agua, Aire (que permite el secado) y Fuego (que aporta el calor necesario para la cocción). El quinto elemento, indispensable y motor de toda creación, que simboliza nuestra conexión mutua, es el Amor.
El rostro — unión de forma y emoción
El rostro define nuestra identidad humana y transporta nuestras emociones, lo que lo convierte en el motivo perfecto para la exploración artística. Siempre ha intrigado al ser humano — desde los dibujos prehistóricos en cuevas hasta la era moderna y digital.
Sentimos la arcilla como el material y el medio a través del cual nos expresamos de la manera más plena, mientras que las figuras masculinas y femeninas se convierten en los medios a través de los cuales respondemos a las preguntas que nos planteamos, y a las que encontramos respuestas mediante las esculturas.
Los bustos no representan solo la apariencia física, sino también el mundo interior de cada individuo, lo que profundiza la experiencia y comprensión de la naturaleza heroica. Cada escultura puede plantear preguntas al espectador sobre la naturaleza humana, los valores y las aspiraciones, creando un diálogo que trasciende el tiempo y el espacio. La decisión de centrarnos en figuras humanas contribuye significativamente a la riqueza y complejidad de nuestra expresión artística.
¿Quiénes son los héroes?
Héroes de la era moderna es el primer título unificado de la serie de esculturas figurativas. A menudo expresivas, en ocasiones severas o casi intimidantes, sus fisonomías reflejan la fuerza humana y la complejidad del temperamento. El rostro se convierte en un medio para la emoción “capturada”, mostrando aquello que las palabras no pueden transmitir.
El motivo principal de esta serie es la celebración de individuos que destacan por su valentía, humanidad y autoconocimiento. Las esculturas muestran su contribución a la sociedad e inspiran a los espectadores a reflexionar sobre valores como la audacia, la empatía, la dedicación, la lealtad, el honor y la honestidad. Además, los motivos incluyen con frecuencia elementos de la vida moderna — la simbología del progreso y la lucha por la justicia — reflejando la complejidad de la sociedad contemporánea y los desafíos que enfrentamos.
Cada escultura lleva un nombre especial que refleja sus características y el contexto en el que fue creada. Esos nombres enriquecen aún más la experiencia y proporcionan a los espectadores una comprensión más profunda del significado y la importancia de la obra. Comprendimos que, mediante estos nombres, glorificamos valores en los que creemos profundamente — la lealtad, el honor, la honestidad y el coraje. Cada busto, ya sea masculino o femenino, es el resultado de nuestra introspección personal, conectando la tradición que respetamos con el mundo al que pertenecemos — la era moderna.
Para nosotros, héroes son aquellos que, sin capa ni título, hacen del mundo un lugar mejor a través de sus actos. Precisamente de esa convicción surgió el nombre general de la serie: Héroes de la era moderna.