El Rey y el Bufón

🟥La obra "El Rey y el Bufón" presenta dos cabezas construidas sobre una misma base — un diálogo perpetuo entre autoridad y humor, seriedad y juego, poder y vulnerabilidad. El Rey, coronado con esmalte rojo, irradia fuerza reservada y autoridad. Frente a él, el Bufón porta un gorro del mismo tono intenso, pero cargado de ingenio, irreverencia y libertad ante la norma.

Aunque comparten la misma paleta, representan roles opuestos. Esta dualidad revela que los contrarios brotan del mismo núcleo — dos rostros de una misma naturaleza humana. La base rugosa refuerza la idea de que ambas voces —la regia y la burlona— nacen del mismo suelo, de la misma historia, del mismo mundo interior.

No hay dominancia entre ellos — solo conversación. El Rey simboliza orden, responsabilidad y control; el Bufón aporta crítica, curiosidad y libertad expresiva. La obra invita al espectador a reconocer en sí mismo ese equilibrio entre la seriedad y la ligereza — entre lo que debe ser y lo que puede ser.

"El Rey y el Bufón" recuerda que la madurez no es elegir una máscara y descartar la otra, sino tener el valor de portar ambas — porque solo cuando lo grave y lo lúdico conviven surge la verdad auténtica.